Segundas partes a veces son buenas
Yo nunca he creído en las segundas partes.
Hasta que tú.
Hasta que yo.
Hasta que tu sonrisa.
Hasta que la mía.
Yo, hace tiempo dejé de creer en las personas para empezar a creer en mi.
Yo, hace tiempo dejé de creer en ti.
Hasta que tus palabras.
Hasta que las mías.
Hasta que tus hechos.
Hasta que los (no) míos.
Yo, que creía que todo estaba perdido,
que yo ya estaba perdida,
que si ya no estabas,
que si siempre volvías,
que si yo ya no estaba,
ni volvía,
ni abría los ojos,
ni los quería abrir
ni te quería,
ni te quería querer,
ni dejaba de hacerlo.
Yo, hace tiempo borré todas tus fotos,
y los recuerdos,
y tu olor de mi almohada,
y los besos,
y los mensajes,
y las llamadas.
Yo, hacía demasiado tiempo que no tenía tantas ganas de correr,
detrás de alguien,
de nadie,
con alguien,
por alguien
contigo-
Que a veces hay precipicios a los que merece la pena tirarse,
por primera, segunda, tercera y décima vez.
Que las alturas solo son excusas para no hacer algo.
Que hay personas que te hacen volar sin necesidad de tener alas.
Que la distancia es solo la que tú quieras poner.
Que estando a kilómetros se puede sentir a centímetros.
y para abismo; tu boca.
Yo, hace tiempo olvidé que era la felicidad,
sonreír con alguien,
por alguien.
Hasta que tú.
Hasta que yo.
Hasta que nosotros.
Hasta que has venido.
Hasta que estás aquí,
Hasta que tú.
Hasta que yo.
Hasta que tu sonrisa.
Hasta que la mía.
Yo, hace tiempo dejé de creer en las personas para empezar a creer en mi.
Yo, hace tiempo dejé de creer en ti.
Hasta que tus palabras.
Hasta que las mías.
Hasta que tus hechos.
Hasta que los (no) míos.
Yo, que creía que todo estaba perdido,
que yo ya estaba perdida,
que si ya no estabas,
que si siempre volvías,
que si yo ya no estaba,
ni volvía,
ni abría los ojos,
ni los quería abrir
ni te quería,
ni te quería querer,
ni dejaba de hacerlo.
Yo, hace tiempo borré todas tus fotos,
y los recuerdos,
y tu olor de mi almohada,
y los besos,
y los mensajes,
y las llamadas.
Yo, hacía demasiado tiempo que no tenía tantas ganas de correr,
detrás de alguien,
de nadie,
con alguien,
por alguien
contigo-
Que a veces hay precipicios a los que merece la pena tirarse,
por primera, segunda, tercera y décima vez.
Que las alturas solo son excusas para no hacer algo.
Que hay personas que te hacen volar sin necesidad de tener alas.
Que la distancia es solo la que tú quieras poner.
Que estando a kilómetros se puede sentir a centímetros.
y para abismo; tu boca.
sonreír con alguien,
por alguien.
Hasta que tú.
Hasta que yo.
Hasta que nosotros.
Hasta que has venido.
Hasta que estás aquí,
Seguro que ese precipicio no tiene caída, ni despedidas, ni invierno, ni soledad, ni lluvia, ni tormenta, ni quebranto, ni oscuridad, ni heridas...
ResponderEliminarHasta que el cuerpo aguante, o las ganas, o el amor. Hasta que se aguante o se quiera.
Besos
Hasta que tu(s palabras)
ResponderEliminarHasta que yo (me he quedado sin ellas)
Me ha encantado!!
Hasta que llego
ResponderEliminarY ojalá termine todo en la felicidad que esperamos M, que disfrutes de tus muchas veces ;) besos :*
ResponderEliminarMe quedo con el final...y con un hasta que no te vayas en la mente :)
ResponderEliminarEs pura pasión; firme, intenso, afilado.
ResponderEliminarA los precipicios... de cabeza. Y pienso lo mismo, la altura es sólo una excusa; igual que el miedo, igual que todos esos "hasta".
"Que estando a kilómetros se puede sentir a centímetros
y para abismo; tu boca".
Y me muero con tus palabras :)
Un besito.
Aunque se pierdan otras cosas a lo largo de los años, mantengamos la Navidad como algo brillante. Feliz Navidad y un venturoso 2015 :* besos con todo cariño.
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