Febrero

Hoy me he puesto a recordar en la primera línea que escribí, esa que me hizo desnudarme un invierno con la ropa puesta y perder el norte. Esa que me quemaba la piel y me rompía los huesos.

No sé cómo he vuelto a pensar en ese día, no sé cómo he vuelto a recaer en ese día.

Era invierno y el frío calaba por dentro, llevábamos tiempo buscándonos los besos y a tientas los encontramos una noche de febrero.

Hoy me he puesto a recordar los primeros meses que empecé a escribir, las primeras palabras pensando en su risa. Aquel primer relato escrito una noche a oscuras con música de fondo y ropa tirada por el suelo de una habitación que no era mía pero siempre olía a mi.

Aquella vez que su vida y la mía se volvieron una, sin querer. Queriéndonos.

Me he mirado al espejo y he visto a la niña de hace años, he sonreído a la vez que me empezaba a morir de miedo veinte veces por segundo.

Me siento rara, extraña como quien cree hacer algo por primera vez sin recordar que ya lo había hecho antes, como con los nervios de la primera vez años después.

Han tocado al timbre de casa, he abierto la puerta y eras tú.

No sé de donde cojones sales siempre que no te llamo pero más necesito que aparezcas.

Me he despertado de madrugada, he mirado al otro lado de la cama y estabas tú, mirándome, sonriendo.

Me he reído del pasado contigo. De mi pasado contigo. Conmigo. Nuestro.

Hoy he recordado todos los motivos por los que un día te quise y yo que sé…

Por un momento he sentido que ha vuelto a llegar febrero.