¿Cómo de cerrado tienes que tener el corazón para que algo no te duela?

Me estoy muriendo de la risa, como si tuviese a alguien al lado sacándomela y por dentro no estuviese a punto de echarme a llorar.

Llevo tres días abandonado el corazón. Le he puesto una coraza a ver si así deja de doler ya el muy cabrón. Ahora me estoy dedicando a abrazarme fuerte a la mente (aunque tengo que admitir que a veces parece un poco ilusa).

Tengo las ojeras a juego con los insomnios, las ilusiones cerradas por derribo y los miedos y las dudas a flor de piel. Las manos suaves de no escribir. Y la cabeza loca de tanto no querer pensar

Ahora entiendo eso de que todo te puede cambiar en cuestión de segundos.

¿Cómo de fuerte hay que desear algo para que pase?
¿Cómo de fuerte hay que desear olvidar algo para que lo olvides?
¿Cómo de cerrado tienes que tener el corazón para que algo no te duela?

Demasiadas preguntas y muy pocas respuestas, supongo.

Comentarios

  1. ¡Hola M!
    Que texto taaan bonito.
    Me has transmitido un sentimiento muy cercano. Que todo puede cambiar en cuestión de segundos, cuánta razón llevas!

    Me quedo con esto
    "¿Cómo de fuerte hay que desear algo para que pase?
    ¿Cómo de fuerte hay que desear olvidar algo para que lo olvides?
    ¿Cómo de cerrado tienes que tener el corazón para que algo no te duela?
    Demasiadas preguntas y muy pocas respuestas supongo"

    Escribes genial, ve verdad, no dejes de hacerlo, yo me iré pasando y comentándote, un besazo!

    ResponderEliminar
  2. desde luego no hay respuestas para tus preguntas. Todos quisiéramos tener la llave para ellas.

    Te he descubierto saltando de blog en blog ;)

    ResponderEliminar
  3. El tiempo es la respuesta que doy siempre para estas cuestiones. El tiempo hace que olvides (mentira, que recuerdes pero que no te duela), que pasen otras cosas y que tu corazón se abra un poquito más después de ese período claustrofóbico al que lo hemos sometido.

    Un besito

    ResponderEliminar
  4. Es inevitable cruzarse con el dolor de vez en cuando. Pero todo pasa. Y de todo se aprende... supongo
    Un beso!

    ResponderEliminar
  5. Prefiero tener las manos llenas de tinta a tenerlas suaves.
    Cuando el dolor nos acostumbra nos vamos haciendo inmunes a él.
    Gracias por pasarte por mi blog.
    Temperaturas que bajan, termómetros que suben en http://albordedetucama.blogspot.com.es/
    M.

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

Entradas populares